lunes, marzo 28, 2005

Sin boca

El loco se mira en el espejo y se saca la lengua.
Piensa que el espejo se está burlando de él. Lo rompe.
Se arrepiente, a la hora de peinarse.
Sobre una mesa, fragmento a fragmento recompone el espejo, que queda casi completo.
El loco prueba a mirarse de nuevo y ve su rostro, pero no la boca (falta esa parte, que se pulverizó con el golpe)
Desde entonces, nunca más habla.

Antonio Di Benedetto


miércoles, marzo 16, 2005

Comparti el secreto

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lunes, marzo 14, 2005

Sabana

En esta habitación hay más gente de lo que la luz deja ver. Hay uno asomandose ahí junto a la pared que esconde la puerta; otra sombra se refleja en la pared y el techo, sus formas son bestiales. Habrá más, pero no las veo. Se mueven lentamente en la penumbra del cuarto; gracias a ella. Despego un pie de la sabana y dejo que asome y baje hasta el piso. Me incorpora la intencion de dar luz, de aniquilar las sombras de la noche. Antes, debo darles la espalda. No lo pienso, no quiero pensarlo y me hago de indiferencia. Pero algo me retiene por el hombro; firme; todo el miedo es mio.

lunes, marzo 07, 2005

“Para mí, el cine es un deseo muy fuerte de casar imagen y sonido. Cuando lo consigo, tengo un verdadero escalofrío. Y la verdad es que no estoy seguro de buscar otra cosa que ese escalofrío.”

David Lynch

sábado, marzo 05, 2005

Tengo que jugarle, tengo que jugarle

La costumbre no tarda en llegar, el que tarda en llegar soy yo. El colectivo al borde del colapso, el calor omnipresente que entra, que sale y tambien se queda. En los oidos comienza Change, de Blind Melon pero al minuto todo queda en silencio, o mejor dicho empiezo a escuchar esas conversaciones que uno escucha por accidente (si, son un accidente, casi violento). La cuestion es que a mi me ocurren cosas extrañas, muchas veces graciosas. Recuerdo una con la que rei y sonrei durante una semana, pero para contarla necesito imagenes, imagenes muy parecidas a las de Tati. El asunto es que se me termina la pila y el cambio no termina. Y no quiero escuchar a la gente, no quiero verle la cara (pero si, con musica no le veo la cara a la gente, o por lo menos le veo otra). Falta bastante para llegar (tarde). Como en una pelicula de Kusturica o de Buñuel porque no, rodando llega a mis pies una manzana. Roja. Brillante. Y me quedo, en la sorpresa pienso durante unos tres minutos: una manzana? seguro?. La tomo con los pies (tengo esa costumbre primitiva de tomar las cosas con los pies, es discutible aunque una costumbre asi, quien la quita?) y la levanto del suelo hasta mi. Miro alrededor, sin objetivo porque me daba lo mismo me hayan visto o no. Al rato me baje y le jugue al 25, pensando que ese numero era: la manzana. El hombre me aseguro que no, que el 25 era la gallina. No me interesaba su opinion asi que le dije no me importa nada, pongame 3 pesos al 25, osea a la manzana.
A las dos cuadras, una mujer desperdiciaba agua en su vereda asi que lave mi manzana, y la comi.