jueves, diciembre 15, 2005

Publicado por primera vez en Buenos Aires en 1955 y escrito en la década anterior, "El pentágono" atrae desde hace años la atención de la crítica, no tanto por poner en jaque ciertas pautas de construcción realista del relato, sino quizá por tratarse de uno de los libros más misteriosos de la literatura argentina. Incluso, se ha señalado que su original composición es precursora del nouveau roman y del vanguardismo de Rayuela, de Julio Cortázar.
Los relatos que integran esta novela constituyen cada uno una pieza autónoma y, a la vez, encuentran su punto de unión en el personaje que obsesivamente los crea a modo de variaciones sobre un tema clásico: el triángulo amoroso. De este modo, la esquematización pentagonal resulta de la articulación de los cuentos en torno al dibujo de dos triángulos que, compartiendo un mismo vértice (el narrador), trazan a su vez relación entre los dos rivales de éste. En medio de esta engañosa simetría se encuentran las mujeres y en la cúspide, imponiendo su mayestática presencia, el Yo. En su aparente latencia, otro triángulo imaginario –el edípico– define tanto la infracción culposa como la compulsión a la repetición en esta figuración geométrica de las pasiones.
Así, la infracción matrimonial (núcleo temático del libro) motiva y origina la infracción estética: la insatisfacción ante la forma canónica, la pretensión de crear una novela distinta.


Jimena Nespolo, autora del prologo de esta nueva edición.