Pero detrás de toda acción había una protesta, porque todo hacer significaba salir de para llegar a, o mover algo para que estuviera aquí y no alli, o entrar en esa casa en vez de no entrar o entrar en la del al lado, es decir que en todo acto habia la admisión de una carencia, de algo no hecho todavía y que era posible hacer, la protesta tacita frente a la continua evidencia de la falta, de la merma, de la parvedad del presente. Creer que la accion podia colmar, o que la suma de las acciones podia realmente equivaler a una vida digna de este nombre, era una ilusion de moralista. Valia mas renunciar, porque la renuncia a la accion era la protesta misma y no su mascara.
Julio Cortazar, Rayuela, Capitulo 3
sábado, agosto 23, 2008
Publicadas por agustin a la/s 4:21 p. m. 1 comentarios
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