Sobre el taxi me di cuenta que solo contaba con $ 6, entonces me dirijí al rumano que lo conducía y con ímpetu de conocimientos lo indagué sobre una aproximación del monto a pagar. Ante su inminente ignorancia, le dije con sobrada valentía: - Cuando el medidor rebalse los $ 5 arrójeme sobre la acera, de manera de no ofenderlo - Creo que fue el verbo "arrojar" lo que lo llenó de sorpresa: sobre el espejito vi su rostro de locura, y respondió: - ¡VALE!
lunes, agosto 09, 2004
Historias comunes
Publicadas por Anónimo a la/s 9:33 p. m.
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